Presoterapia y drenaje linfático

Presoterapia y drenaje linfático son dos términos de fama reciente, pero su historia, resumida en estas líneas, nos ofrece una mejor comprensión de la importancia que ambos conceptos representan en la sociedad actual. Por allá el año 400 antes de Cristo, los seguidores de Hipócrates citaban “unos vasitos o conductos que llevan sangre blanca” y Aristóteles citaba “unos vasos que contienen un líquido incoloro”, se referían a lo que hoy denominamos “linfa”. Herófilos, otro médico griego, escribía años más tarde acerca de “unos conductos que no van a parar al hígado sino a una especie de glándulas”, lo que hoy conocemos como “ganglios linfáticos”.

Casi 2.000 años después, en 1622 el italiano Gaspare Aselli descubrió unos “vasos de aspecto lechoso”, en 1651 el francés Jean Pecquet descubrió la existencia del conducto torácico y una especie de receptáculo en su inicio que hoy conocemos como “cisterna de Pecquet”.

Desde ese momento, varios científicos fueron aportando más datos sobre lo que se denominó “sistema linfático vascular” y así hasta que a finales del siglo 19 un cirujano austríaco, el Dr. Winiwarter desarrolló un método de tratamiento de grandes edemas de las extremidades basándose en la combinación de un suave masaje con medidas compresivas y elevación postural. Pero fue en los años 30 cuando el matrimonio danés formado por Emil y Estrid Vodder, fisioterapeutas afincados en Cannes descubrieron la gran eficacia de un suave masaje en los ganglios linfáticos para el alivio de diversas enfermedades infecciosas crónicas. (Nos acercamos a la Presoterapia)

En la primavera de 1936, se presentó en París el que hoy conocemos como DLM (Drenaje Linfático Manual).

Hoy en día, el Drenaje Linfático comprende un concepto mucho más amplio que implica la combinación de diversas técnicas para poder tratar no solo edemas. 

Dentro de ese concepto mucho más amplio, se incluye la presoterapia, como método no invasivo que ayuda eficazmente al sistema linfático a mejorar la circulación de la linfa y, por ende, a la eliminación de grasas y toxinas.